El cohete Eris, desarrollado por Gilmour Space Technologies, buscará convertirse en el primero de fabricación nacional en alcanzar la órbita.
Australia está a punto de marcar un nuevo hito en su historia espacial. La empresa Gilmour Space Technologies se prepara para realizar el vuelo de prueba inaugural de su cohete Eris, lo que podría convertirse en el primer intento orbital con tecnología desarrollada íntegramente en el país.
El lanzamiento se realizará desde el Bowen Orbital Spaceport, una instalación privada ubicada en Queensland y operada por la propia compañía. El sitio alberga la plataforma Eris Pad, que aún no ha sido escenario de despegues previos.
La misión representa un doble debut: será tanto el primer vuelo de Eris como el primer intento orbital de Australia en más de cinco décadas. Desde la cancelación del programa espacial original del país en los años 70, ninguna otra misión nacional había aspirado a colocar un vehículo en órbita.
Cambios en la ventana de lanzamiento
Inicialmente previsto para el 20 de julio, el despegue tuvo que ser reprogramado debido a demoras operativas y condiciones meteorológicas desfavorables en altitud. Gilmour Space anunció oficialmente la cancelación de esa ventana y fijó el nuevo intento para el 27 de julio como fecha más próxima.
“No es el resultado que esperábamos, pero así son los vuelos de prueba”, comunicó la empresa en sus redes. “Cabeza en alto y mirada puesta en el próximo objetivo”.
Eris: una apuesta por democratizar el acceso al espacio
Con el lema “Todas las órbitas. Todos los planetas®”, Gilmour Space busca posicionarse como un actor clave en el ecosistema espacial comercial, ofreciendo soluciones de lanzamiento flexibles y accesibles desde el hemisferio sur. Eris es un cohete de combustible híbrido diseñado para transportar cargas pequeñas a órbita terrestre baja (LEO), con especial foco en misiones comerciales y científicas.
El clima para la próxima ventana se muestra favorable, se espera cielo despejado, temperatura moderada y vientos suaves, condiciones que aumentan las probabilidades de concretar finalmente el histórico lanzamiento.
Si tiene éxito, Eris no solo inaugurará una nueva era para Australia, sino que también ampliará el mapa global de actores emergentes en la economía espacial.